Se acabaron las vacaciones y con ello la vuelta a la rutina, al estrés y al trabajo. Son muchas las personas que este regreso de vacaciones se les vuelve cuesta arriba y padecen lo que es conocido como depresión o síndrome postvacacional.
La ansiedad que genera el poner fin a la vacaciones es algo que a todo el mundo le pasa, y por ello es muy importante gestionar los días previos al regreso postvacacional para evitar que esa ansiedad se apodere de nosotros.
Los principales síntomas que aparecen son el mal humor, insomnio, hábitos de sueño cambiados, hambre a deshoras, dificultad de concentración, entre otros.
Para prevenir el síndrome post vacacional te presentamos unos consejos a seguir:
Lo primordial y a la vez lo que más dificultad produce en las personas tras las vacaciones es habituarnos nuevamente a los madrugones, sobre todo después de las siestas y el trasnochar en el verano.
Así que unos días antes de terminar las vacaciones empieza a poner tu alarma a la hora que te levantas a diario en tu rutina.
¡Haz lo mismo con las horas de comer y cenar!
Aunque de la sensación de que organizarnos antes de volver a la rutina sea de agobio, es todo lo contrario.
Si planificamos bien nuestro regreso con un correcto planning, dosificando las tareas que debemos hacer por pasos y organizándolas bien, tendremos un guión en el que basarnos a la vuelta de vacaciones y no estaremos tan perdidos.
Todo debe de ir a un ritmo, y muchas veces no tiene por que ser rápido.
Recupera tu rutina poco a poco para que cuesta menos habituarnos de nuevo a ella, es decir, no dejes de salir por las tardes a dar un paseo porque hayas vuelto a trabajar. Dosifica tus planes, sal a dar ese paseo que tanto te gusta en vacaciones pero en vez de 1 hora, pasea 30 minutos. Poco a poco todo cuesta menos.
¡Así el regreso de vacaciones será menos cuesta arriba!
Si no practicas deporte, este es el momento de iniciarlo.
El deporte es algo fundamental para que nuestro organismo libere endorfinas y se sienta mejor por dentro y por fuera.
No tienes porque machacarte en el gimnasio todos los días, simplemente sal a correr, haz algo de ejercicio en casa, da una vuelta con tus mascotas,… ¡Actívate!
No vuelvas a la rutina pensando que ya se han acabado tus vacaciones hasta el año que viene, emplea los fines de semana o los días que te toque librar para hacer escapadas.
De esta forma distraes a tu mente con esas “mini-vacaciones” y la vuelta al trabajo es menos agobiante y dolorosa.
Las escapadas con la familia, la pareja o los amigos siempre son un buen recurso para evadirnos del día a día.
No hagas que el final del verano sea tan duro, prepara tu vuelta a la rutina y relájate.
¡El síndrome postvacacional tiene fecha de caducidad, pero cuando caduque depende de ti!